-Disculpa, llego tarde. – Niall entró corriendo en mi
despacho y su piel blanca tenía en ella los mofletes totalmente colorados.
Detrás de todo ese frío helador que envolvía la ciudad de Londres, a la gente
que corría, el calor les acompañaba.
-No te preocupes. Yo no hace mucho que he llegado. – Le dije
dejándole respirar, estaba realmente asfixiado.
-Hoy necesito que vengas conmigo, necesito encuadrar unas
fotos en una página de periódico y no sé cómo… Te recompensaré si lo haces. –
Me dijo. Parecía que solo le faltaba arrollidarse para pedirme ese gran favor,
que yo haría encantada.
-Claro, yo te ayudo. – Le dije con una sonrisa.
Niall me sonrió y acto seguido me llevó a su despacho que
estaba en la otra punta del pasillo. Desde él se veían todas las vistas de
Londres, pues el piso donde estábamos estaba muy alto.
-Espero que no te sientas presionada. Sé que tú tienes
talento para esto y para más y me parece que sería una buena idea que tú me
ayudases a hacer esto. Como ya te dije, te recompensaré. – Dijo sentándose en
su silla del despacho y mirando a la pantalla del ordenador, en busca de la
página que yo debería de modificar.
-No, no te preocupes de verdad. Es mi trabajo al fin y al
cabo.
Niall me sonrió y me explicó de que se trataba yo le miraba
atenta mientras comprendía perfectamente lo que debía hacer. Y así lo hice. Le ayudé y no es por presumir, pero hice el trabajo
realmente bien. Niall quedó satisfecho y yo aún más. Me dio unas fotocopias de
la hoja del periódico, pues dijo que era el mejor trabajo que había visto hacer
en toda su vida, que quería que los recordase.
~
Acababa mi jornada de trabajo y ya volvía a casa. De nuevo esquivaba
a toda esa gente que salía de trabajar a la misma hora que yo, a las 4 de la
tarde. Me monté en el tren y agotada resbalé mi cuerpo hasta que aterrizó en el
asiento. Entrecerraba los ojos del cansancio, era demasiado estrés para lo
acostumbrada que estaba a no hacer nada. Pero algo me hizo incorporarme y abrir
los ojos como platos. Un chico de unos 180 centímetros estaba dado la vuelta a
unos 5 metros de mí. Con una chaqueta de cuero y con el pelo rizado. Con
un cuerpo perfecto. Algo me llamó y
levanté todo mi cuerpo dirigiéndome hacia ese chico. Algo me decía que era él,
que era Harry. Iba directa a tocarle la espalda, pero justo alguien se me
interpuso en mi camino.
-Disculpe señorita, ¿sabe cuánto se tarda más o menos en
llegar a esta estación? – Dijo señalando a una línea de tren que yo desconocía
por completo. - No soy de aquí y estoy totalmente perdida. – Una mujer de unos
cincuenta años me estaba sujetando del hombro, como si pensase que me iba a
escapar. La escuchaba mientras seguía mirando esa espalda de aquel chico.
-Lo siento señora pero no puedo ayudarla. Tampoco conozco
Londres mucho… - Dije casi cayéndome. El tren acababa de parar en una parada y
ese mogollón de gente empezaba a salir. Miraba la espalda de ese chico. Parecía
dirigirse a la salida, parecía bajarse en esa estación.
-Pero, ¿no sabrás más o menos decirme, querida? De verdad lo
necesito. – La mujer seguía en sus trece. Yo permanecía mirando a ese chico,
pero entre la multitud que salía por esa puerta, desaparecía. Le había perdido.
-Disculpe señora, pero me tengo que ir. – Agarré mi bolso apretando
el taco de hojas que me había dado Niall antes de salir del trabajo y salí
corriendo. Por los pelos, pues las puertas del tren se estaban cerrando ya.
Bajé de aquel vagón y miraba en todas direcciones. Había
muchísima gente. Demasiada diría yo. Mi mirada iba de un lado para otro sin
parar de buscarle, pero parecía no servir de nada. Estaba perdido. El tren
arrancaba y una ventisca que había creado ese ferrocarril, había volado mis
hojas. Iba detrás de ella tratando de no perderlas cuando me choqué con
alguien. Una chica de unos quince años.
-Disculpa. Lo siento. – Me disculpé. Por alguna razón, mi
mirada de nuevo encontró ese físico tan semejante al de Harry.
-¿Oye? – La chica me estaba hablando. Yo no la estaba
escuchando, mi atención se la llevaba ese chico.
-Dime, corre. Llevo prisa.
-Que si estas hojas son tuyas. – Dijo enseñándome las hojas del periódico.
-Oh, sí. Muchas gracias. De verdad. – Dije.
Eché a correr lo más deprisa que pude para poder tocar a ese
chico. Mi imaginación ya se estaba montando una historia. Parecía que volvía a
tener a Harry de nuevo cerca. Que estaría a mi lado de nuevo. Que estaría
conmigo. Que volvería a ver como sus ojos verdes me miraban y volvería a oler
su perfecto perfume que aún seguía presente en cada uno de mis sentidos. Corría
a través de esa multitud. Daba golpes sin querer a la gente con mi bolso, y eso me
frenaba. Alguna persona se quejaba, pero yo no tenía tiempo para ponerme a
pedir disculpas. Necesitaba ver a Harry, necesitaba llegar hasta él. Necesitaba
volver a verle…
A penas me separaba un metro de él cuando una chica se
acercó a él. Frené bruscamente y la gente se chocaba conmigo. Cosas como ‘¡Eh!
Mira por donde vas’ ó ‘ten más cuidado’ escuchaba entre toda esa gente
estresada que vivía al compás de la rutina.
Aún no le había visto la cara. Aun no le había visto bien,
así que necesitaba asegurarme de si era él. No podía dejar pasar la oportunidad.
Quizá le tenía ahí y podía volver a verle. Así que, decidida, agarré de nuevo
mi bolso y me dirigía su espalda. Le di dos toquecitos en el hombro mientras
pronunciaba el nombre de Harry. Él se giró.
-¿Quién eres? – Me preguntó. Mis ojos se abrieron como platos
mientras observaba ese rostro. No tenía nada que ver con Harry… ese chico no
era él…
-Oh, perdona. – Me disculpé mientras la chica que iba con él
me enviaba miradas asesinas. – Me he confundido.
Él se giró y siguió su camino. Había tenido alucinaciones.
Necesitaba tanto tener a Harry que cualquier chico alto y con el pelo rizado,
para mí ya se parecía a él. Me costó unos minutos colocarme de nuevo en la
vida real y darme cuenta de la situación: Estaba al lado de una universidad, desconocía
su nombre. En medio de Londres y viendo a gente pasar. Gente adolescente. Gente
estudiante. Mis imaginaciones me habían jugado una mala pasada, tanto como para
estar en un sitio diferente totalmente al que me debería de haber llevado ese tren
en el que iba.
Bajé de nuevo a la estación y me senté a esperar el tren en
el banco. Afortunadamente, no tardó mucho en llegar y pude llegar a casa de
Perrie tranquilamente. Ese día simplemente iba a recoger mis cosas, al día
siguiente Cris se instalaría y yo quería deshacerme de algunas cosas de Harry
que me dolería estar viendo a diario.
-¡Ya estoy aquí! – Exclamé.
-Hola cariño. – Dijo Perrie dándome un abrazo. – Tengo noticias
para ti. – Me dijo. Mi cara se transformó en exclamación. – Creo que tenemos
canción de las navidades. – Añadió.
-¿Cómo? – Pregunté sorprendida.
-Me acaba de llegar este correo, te interesará leerlo.
Me senté en la silla del salón donde en frente se situaba el
ordenador que Perrie me decía. En la pantalla aparecía una silla en una sala
con la pared blanca. Con una luz reluciente que parecía proceder de el
exterior, no tenía pinta de ser artificial. Perrie pulsó el play y el vídeo
empezó a funcionar. Tras unos diez segundos permaneciendo la silla sola, un
torso aparecía en la cámara. Vestía una camisa de cuadros desabrochada y una
camisa blanca debajo. Se veía como sujetaba una guitarra, pues al lado de ese
torso se veía el mástil de ésta. Desapareció un momento para ajustar el zoom y
este se alejó un poco. Apareció de nuevo en escena y se colocó en la silla. Mis
ojos inmediatamente se abrieron como jamás lo habían echo. Mi boca se abría de
par en par a la vez.
-Hola chicas. Sé que estáis viendo esto y espero que lo
estéis haciendo juntas. Si no, Perrie, quiero que esto también lo vea ____ y
que tu estés presente. – Era Harry. Ese chico estaba hablando delante de la cámara.
Miré sorprendida a Perrie y ella me sonrió. Después me señaló con la cabeza la
pantalla para que siguiera escuchando. – Estoy en un sitio donde el calor es
excesivo, y no estoy acostumbrado a esto, pues Londres no se caracteriza
precisamente por el buen tiempo. – Reí. – Quería deciros que mi vida de aquí es
diferente a todo lo de allí, y ahora mismo estoy en un piso que no está ni
siquiera amueblado. Acabo de encontrarlo. No quiero deciros donde estoy, porque
sé que vendríais a verme, y eso es lo último que quiero. Y bueno, ahora,
cambiando de tema, en este vídeo os quiero enseñar a que me quiero dedicar en
esta ciudad. – Harry acabó de hablar y colocó las yemas de sus dedos en el
mástil de la guitarra. Una melodía perfectamente afinada y maravillosa comenzó
a sonar. Una melodía que a mí me hizo emocionarme.
Your
hand fits in mine
Like it's made just for me
But bear this in mind
It was meant to be
And I'm joining up the dots
With the freckles on your cheeks
And it all makes sense to me
Like it's made just for me
But bear this in mind
It was meant to be
And I'm joining up the dots
With the freckles on your cheeks
And it all makes sense to me
Mi mente solo tenía en ella la imagen de
ese chico cantando una canción, una canción preciosa, perfecta. Estaba
hipnotizada, pues jamás me hubiera imaginado que Harry cantaba así, y mucho
menos, jamás me hubiera imaginado que supiese tocar la guitarra. Pero la
ilusión poco me duró. El ordenador se apagó de repente y me quedé en esa
estrofa de la canción.
-¿Qué ha pasado? – Exclamé nerviosa y con
toda la pintura esparcida por toda mi cara.
-Creo que el ordenador se ha apagado… -
Dijo Perrie pulsando el botón que debería de encenderlo. Debería, porque no lo
hizo. – Oh, oh. – Dijo Perrie.
Mi mirada empezaba a mostrar que era pura
desesperación. Necesitaba escuchar esa canción, y sobre todo, necesitaba saber
lo que diría antes de cortar el vídeo Harry. Necesitaba acabar de ver el vídeo,
como fuese.
PD. Dale a me gusta si quieres el siguiente :)
POR FAVOR, SIGUE SUBIENDO! :D
ResponderEliminarME ENCANTA, Y ESTOY ENGANCHADÍSIMA
Me gusta, y mucho... Yo es que me como a Hazza con bananas... xx
ResponderEliminarSiguela por favor *-*
ResponderEliminarMe guuuusttaaa muchisisisisisimoo !! Espero el siguiente, asi que, rapido escribee JAJAJAJA
ResponderEliminarMe encanta la novela. Eres una gran escritora.
ResponderEliminar¿Puedes pasarte por mi blog?
www.1dstar.blogspot.com