-Ten. – Dije sacando la tarjeta que me había dado antes
Perrie. – A ella le has gustado. Yo… lo
siento de verdad…
-No. No lo sientas. He sido muy precipitado… Lo siento yo… -
Zayn parecía realmente afectado. – A veces me dejo llevar demasiado rápido por
los impulsos. – Yo miré hacia abajo. –
No quiero que te lleves una mala imagen de mí.
-Tranquilo. – Le calmé.
-¿Amigos? – Me ensanchó la mano.
-Claro. – Se la ensanché yo también.
-Me marcho. Hasta mañana. - Me dijo.
-No olvides de llamar a Perrie, ¿vale? – Le dije. – Hasta
mañana.
-No, no lo haré. La llamaré.
Abrí la puerta del portal y pulsé el botón del ascensor.
Algo empezó a vibrar en el bolsillo de mi bolso mientras esperaba. Descolgué.
-¿Te olvidaste de mí? - ¡Era Liam!
-Oh, cariño. Perdóname. Salí a cenar con mi amiga y se me
olvidó llamarte.
-No te preocupes, lo entiendo! - Exclamó.
-¿Qué es eso tan importante que tenías que contarme? –
Pregunté.
-Me han ascendido en el trabajo, ganaré más dinero, con lo
cual, ¡Podré ir a verte antes a Londres! – Estaba realmente entusiasmado.
-¡Oh! ¡Eso es genial! –No, en verdad no lo era.
-Solo era para decirte eso, mañana hablamos. Te quiero. – Se
despidió.
Yo seguía esperando el ascensor. Deseaba ver cuanto antes a
Liam, pero sinceramente, no quería que llegase nunca ese momento en el que
Harry se enterase de que yo tenía pareja… Mis pensamientos se interrumpieron
cuando se abrió aquel ascensor y estaba Perrie dentro de él.
-¡Vaya! Pensé que ya no te vería hoy. – Dijo.
-Estuve entretenida hablándole de ti , ya sabes. - La dije
con una sonrisa, quería transmitirla seguridad.
- ¿Le diste mi número? ¿Qué te dijo?
-Sí, lo aceptó, y me ha dicho que te llamará!
-Oh, perfecto. Muchas gracias cari. Mañana nos vemos. –
Perrie me dio dos besos. –Hasta mañana.
Desapareció. Subí a aquel ascensor. En ningún momento se me
volvió a pasar por la cabeza confesarle nada a Harry de la existencia de Liam,
y no tenía intenciones de hacerlo. Algo me gritaba en mi cabeza, algo que decía
que bajo ningún concepto debía de hacerlo…
-No te has perdido. – Dijo Harry cuando me vio entrar a
casa.
-No, afortunadamente. – Le sonreí. Mientras me estaba
quitando esos tacones que me estaban destrozando los pies.
-¿Te quedas viendo la película conmigo? Acabo de ponerla. –
Me sugirió.
-Oh, no. Estoy muy cansada. Tomaré un té y me iré a dormir.
–Dije.
-¿Tomas té antes de dormir? – Se alarmó Harry
-Sí. Manías… - Dije rebuscando en todos aquellos armarios
que estaban en la cocina.
-Lamento decirte que no tengo té… - Dijo Harry levantando la
cabeza por el respaldo del sofá.
-Mierda- Cerré los armarios. – Bueno, da igual. Me iré a
dormir. Estoy cansada.
-¿Enserio estás cansada? Has dormido más de media tarde.
-Aún no me he adaptado a esto, necesito descansar… hasta
mañana.
Dejé a Harry con la palabra en la boca y me fui a mi
habitación. Cerré la puerta y me escurrí hasta contactar con el suelo. Estaba
realmente arrepentida. Desde que llegué a Londres no paraba de mentir a todo el
mundo, no paraba de ser otra persona que yo en España no era. ¿En quién me
estaba convirtiendo? No quería ni imaginarme la reacción que tendría Liam si se
enterase de que nadie excepto Zayn sabe de su existencia… Realmente tenía
miedo. Lágrimas caían por mi cara… Estuve algo más de una hora apoyada en la
puerta, pero se me estaban cerrando los ojos y decidí meterme en la cama y
descansar, mañana sería otro día.
~
-¡Buenos días, dormilona! – ¿De nuevo esa frase? ¿Y esa voz?
¿Harry? – Vamos, despierta.
-¿Qué haces otra vez tan pronto? – Dije aún dormida.
Intentaba abrir los ojos pero parecía que tenía atada una cuerda a mis parpados
que cada vez que intentaba abrirlos, tiraba para abajo y me los cerraba de
nuevo.
-Son las 6, ya es tarde.
-¿Desde cuándo las 6 de la mañana es tarde? – Pregunté
adormilada. Me incorporé y me rasqué los ojos.
-Para esto sí es tarde. – Dijo Harry. De nuevo me había
traído la bandeja de el día anterior con el desayuno. Hoy eran cruasanes y un
zumo de naranja, tostadas y algún que otro bollo. Pero mi sorpresa fue ver un
sobre, un sobre blanco.
-He comprado té, por cierto. – Me informó Harry.
-¿Qué es esto? – Ignoré su información.
-Ábrelo. – Me ordenó. Mientras se sentó a mis pies, como el
día anterior.
Cogí el sobre de aquella bandeja. Dentro de él parecía tener
otra especie de papeles dentro. Levanté la solapa y observé lo que había
dentro. Vi un folleto para la noria
‘London Eye’ Me quedé realmente sorprendida.
-¿¡ENSERIO!? –Exclamé.
-¿Te gusta? – Sonrió
-¿Qué si me gusta? ¡Me encanta! ¡Gracias! – Estaba realmente
contenta.
-Vamos, quiero que montes cuanto antes. ¡Desayuna!
-¿Vamos? – Pregunté extrañada.
-Claro. No pienso dejar que cumplas uno de tus deseos de la
lista sola. Pienso estar ahí en todos. – ¡Mi amigo que residía en mi estómago
de nuevo golpeaba para mostrarse!
-¿Qué?
-¡Desayuna! – Dijo levantándose de la cama y yéndose.
Ese chico me estaba insinuando realmente algo. El nudo del
estómago se hacía cada vez más intenso. Cada vez me dolía más cuándo Harry me
decía algo o me insinuaba algo. ¿Qué quería de mi ese chico? ¿Por qué estaba
haciendo todo esto por mi? Tantas preguntas sin respuesta pasaban esos momentos
por mi cabeza.
Nena, me matas *.*
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