Sentadas junto a las damas de honor y junto a Liam. En la
mesa más próxima a los novios. Esperando la comida. Mi mirada buscaba a Harry.
Tras unos minutos en su busca, lo detecté. Allí con la bellísima pareja
Lou y
Cris y algunas personas más que desconocía. Harry me miraba y yo a él también. Nos
lanzábamos sonrisas.
-Cariño. – Liam me hizo una llamada de atención. –El
camarero…
-Ah, disculpe. Con eso es suficiente. – Le dije al camarero.
Comenzaba la comida y la conversación que manteníamos la
gente de aquella mesa era algo… extraña. Solo conocía a Clara, la compañera de
piso de Perrie, a la otra chica no la conocía, solo sabía que era la prima de
Zayn.
Abandoné esa situación por un segundo y miré el torso de una
persona perfecta. El torso de Harry. Estaba apoyado en la puerta de los baños.
Parecía que estaba esperando que le mirase. Justo cuando lo hice, se metió
dentro.
-Liam, voy un segundo al baño. – Le dije.
-Claro cariño. – Me contestó.
Levanté el mantel y me puse de pie. Comencé a andar hasta
llegar a la puerta donde minutos antes había entrado Harry. Entré al baño de la
muñequita femenina y miré por todos los lados, pero no había ni rastro de él.
-Huy, parece que me sigues. – Dijo una voz detrás de una
especie de pared.
-Oh… Dios… había interpretado mal… yo… - Las carcajadas de
Harry interrumpieron mi frase. Yo ya estaba totalmente colorada.
-¡Pensaba que no ibas a llegar en la vida! – Dijo Harry.
-Aquí estoy… - Dije intentando quitarme ese rubor que se me
había creado por la vergüenza.
-Ten. Sé que no es gran cosa, pero es lo único que había
encima de la mesa donde estaba con toda esa gente.
Harry acababa de darme una rosa. Debía de haberla cogido de
los floreros que decoraban todas las mesas. Le miré emocionada y la olí.
-Harry… es preciosa.
-Como tú.
Le abracé. Estaba haciendo de nuevo que volviese a sentir
esa cosa tan grande que sentía cada vez que le tenía cerca.
-Harry. Ahora… tengo cosas que explicarte y… creo que es un
mal momento… Liam… bueno, ya sabes.
-Lo sé. Cuando puedas podríamos quedar y… bueno, hablamos.
En estos cuatro meses han debido de pasarnos muchas cosas…
-Y que lo digas…
-Así que bueno, toma mi número nuevo de teléfono. – Arrancó un poco de papel de aquel rollo que había en el armatoste de la pared y sacó un boli de su esmoquin. Apuntó su número rápidamente. –Llámame cuando puedas.
-Bien. – Le sonreí.
-Sal tu primero, si no será muy sospechoso. – Me dijo.
Le sonreí y acepté. Fui a abrir la puerta cuando cogió mi
mano. Mi sangre empezaba a hervir. Subió más su mano por mi brazo hasta llegar
al codo. Lo impulsó y me empotró contra la pared. Él apoyó su brazo izquierdo
en la pared mientras que la otra sujetaba mi cintura.
-Te echaba mucho de menos. – Susurró.
Retiró el tirabuzón que decoraba mi flequillo de la cara y
lo metió detrás de mi oído. Su respiración se notaba tranquila, pues incluso la
sentía. Al contrario que la mía. Pensaba que me iba a quedar sin oxígeno de lo cerca que estábamos.
La puerta del baño se abrió. Era la prima de Zayn que se sentaba justo a mi lado. Le miré apurada. La prima estaba abriendo su bolso y veía por el espejo que decoraba el baño que aparecería en un instante a nuestro lado. Abrí la puerta del primer baño individual que encontré y empujé a Harry. La puerta chocó fuertemente cuando se cerró y la chica dio un salto del susto.
-¿Hay alguien ahí? – Dijo. No quise contestarla, pues no me
salían las palabras. Con la mirada llena de pánico la chica giró la pared. Las
dos cruzamos miradas y ella suspiró. – ¡Dios mío! Eres tú. Ya estaba
imaginándome cosas.
-Sí…- Reí.
-Bonita rosa. - Dijo.
-Gracias...
-¿De dónde la has sacado?
-Me la encontré... en el lavabo. Ahí, justo ahí. - Le dije señalando el lavabo de la izquierda. Ella sonrió y siguió maquillándose.
-Bonita rosa. - Dijo.
-Gracias...
-¿De dónde la has sacado?
-Me la encontré... en el lavabo. Ahí, justo ahí. - Le dije señalando el lavabo de la izquierda. Ella sonrió y siguió maquillándose.
-Bueno, yo vuelvo al comedor, ¿vienes? – Me dijo al rato.
-Sí, claro. Ahora voy. Voy
a retocarme.
Ella sonrió y salió. Suspiré de alivio y abrí la puerta del
baño en donde había escondido a Harry. Él estaba sentado en la taza y rojo de
la risa.
-Sí, muy gracioso. – Dije con ironía.
-¡Casi nos pillan! – Dijo entre carcajadas.
-Claro, como tú no tienes a tu futura mujer ahí a fuera no
tienes miedo. – La cara de Harry cambió completamente. –Lo… lo siento. Mejor me
voy.
-Anda tonta. No pasa nada. – Dijo antes de que yo abriese la
puerta. Se puso en mi sitio y echó el cerrojo de la puerta general. –Además, no
se deja a medias algo que ya se había empezado, ¿no? – De nuevo me empotró
contra la pared y me retiró aquel tirabuzón que de nuevo, se había interpuesto
en nuestro camino.
Se acercó a mi cara y pegó su frente contra la mía. Miraba a
mis labios mientras yo miraba a la vez los suyos.
-Esto no está bien… - Le dije en ese momento.
-¿Y cuando hemos hecho algo bien? – Dijo.
Acto seguido, agarró mi cara y acercaba despacio sus labios a los míos. Sentía su respiración, la sentía como si la cosa más maravillosa del
mundo estuviese pegada en mi cara. Nuestros labios casi se juntaron, pero yo me
giré.
-Harry… me caso en un mes… -Harry se alejó de mi. – Y tú
estás con Jane…
-Lo… lo siento. Ha sido un reflejo… no quería…
-Te dije que me dijeses que me querías una vez más y
abandonaría todo… pero ahora no puedo hacerlo… Entiéndeme.
-Claro… lo entiendo… de verdad… Fui tonto… - Dijo.
-Pero porque me vaya a casar no tenemos porque alejarnos…
-Claro…
-¿Donde vivirás? – Pregunté. – Iré a verte.
-Encontré un piso cerca del mismo de antes.
- ¿Dónde? - Pregunté sorprendida.
-Ya lo descubrirás.
Harry abrió el cerrojo y me hizo un gesto indicándome que saliese. Y así lo hice.
Aquel día acababa. Toda la gente ya estaba bailando y
compartiendo aquel magnífico día donde Perrie y Zayn se habían juntado para
siempre. Todo el mundo bailaba, y yo con Liam mientras Harry estaba sentado en
una mesa. Solo de nuevo. Agarrada a Liam miraba a Harry, sus ojos brillantes
penetraban en los míos.
-Liam. – Le dije alzando la voz para que aún con la música
tan alta, me escuchase. – Creo que voy a descansar un poco.
-Bien. – Dijo Liam.
Él vino conmigo y se sentó a mi lado donde no había tanta música. -¿Estás bien?
– Me preguntó.
-¿No bailáis? – Clara se acercó a nosotros.
-Está descansando. – Contestó Liam.
-¿Bailas conmigo? – Preguntó Clara a Liam. Él me miró a mí.
-Oh, claro, claro. Iros a bailar. – Acepté.
Continuaba sola mientras aquella gente bailaba al compás de
la música. Liam y Clara bailaban juntos mientras yo no sentía nada por verles, sin embargo, mi cara cambió cuando una chica sacó a bailar a Harry.
Me moría de celos, ¿por qué no lo hacía conmigo? ¿Por qué no me sacaba a bailar? Quería con todas mis fuerzas que él llegase y me cogiese de la mano pidiéndome un baile. Pero claro, Liam...
Me moría de celos, ¿por qué no lo hacía conmigo? ¿Por qué no me sacaba a bailar? Quería con todas mis fuerzas que él llegase y me cogiese de la mano pidiéndome un baile. Pero claro, Liam...
-¿Qué haces aquí sola? – Me preguntó Perrie mientras se sentaba en la silla que antes estaba ocupada por Liam.
-¿Quién es ella? - Ignoré su pregunta.
-¿Quién? - Preguntó sorprendida.
-La que baila con él.
-Tranquila, es mi prima.
-Vaya, es preciosa.- Dije mientras miraba como los dos sonreían mientras bailaban a lo loco. Eso me recordó a la noche que nos besamos... Cuando bailábamos algo bebidos los dos.
-Ahora dime, ¿qué haces aquí sola? -Insistió Perrie.
-Pensando en por qué ha vuelto… - Le contesté.
-Pensando en por qué ha vuelto… - Le contesté.
-¿Él…? – Asentí con la cabeza. – Cariño, ¿no crees que debes
olvidarte ya?
-Pensaba que ya estaba olvidado pero… ha sido verle y
tenerle cerca otra vez…
-Te casas en un mes… y él está con… esa. Debes hacerte a la
idea de que no puede ser.
-Casi nos besamos… Hace apenas unas horas.
-¿Qué? – Exclamó Perrie.
-En el baño… Ha sido algo raro…
-Este hombre está loco…
-Y yo también lo estoy, estoy loca por él…
-¡No! No digas eso. Ahora es Liam. ¿Recuerdas? ¿Dónde está
esa chica de hace unas semanas que me decía que quería como antes a Liam?
¿Dónde está? Porque yo no la veo…
-Aquí… - Dije. Perrie me besó la mejilla y me susurró 'eso es'. Fue hacia donde la esperaba Zayn para de nuevo, bailar. - O allí...- Acabé la frase.
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-Aquí… - Dije. Perrie me besó la mejilla y me susurró 'eso es'. Fue hacia donde la esperaba Zayn para de nuevo, bailar. - O allí...- Acabé la frase.
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